La era digital y la gestión de la información: pilares de la democracia moderna en la Argentina

Agustín Mario Gimenez

La democracia en la era de los grandes datos y la revolución digital se ha convertido en un tema de creciente relevancia en el siglo XXI. La gestión eficiente de la información y el uso adecuado del big data permiten a los gobiernos tomar decisiones basadas en evidencia para abordar desafíos políticos, sociales y económicos. El acceso a la información y la transparencia son pilares fundamentales de la democracia, mientras que la tecnología y el big data facilitan la creación de plataformas y herramientas digitales que promueven la participación ciudadana y fortalecen la confianza en las instituciones democráticas. 

En la Argentina, la gestión de la data, el manejo de la información, la aplicación de distintas tecnologías y la búsqueda de la transparencia, la eficiencia y la rapidez han sido pilares claves para el desarrollo de una democracia que se fortalece en cada rincón del territorio. Comprender cómo los grandes datos afectan a la democracia ayuda a resaltar las mejores formas de fortalecer las instituciones democráticas y su capacidad para resistir la presión de las tecnologías en desarrollo. Para comprender mejor cómo ha sido el vínculo entre este tipo de tecnologías/manejo de datos y la democracia de nuestro país, en este artículo nos centraremos en algunos ejes que nos ayudarán a entender la importancia de la gestión de datos a través de la tecnología y cómo ha sido fundamental para el desarrollo de la democracia argentina en los últimos 40 años:

1) La gestión eficiente de la información y el uso adecuado del big data (el proceso de recolectar, almacenar, analizar y utilizar grandes volúmenes de datos para mejorar la toma de decisiones) permiten a los gobiernos tomar decisiones informadas y basadas en evidencia para abordar los desafíos políticos, sociales y económicos. Esto permite la implementación de políticas más efectivas que satisfagan las necesidades de la población y promuevan el desarrollo sostenible. En estos tiempos donde la información se genera y comparte a una velocidad asombrosa, es fundamental que los gobiernos sean capaces de procesar y analizar estos datos para tomar decisiones informadas y basadas en evidencia.1

El empleo adecuado del big data ayuda a los gobiernos a abordar desafíos políticos, sociales y económicos de manera más efectiva. Por ejemplo, al analizar los patrones de desempleo y las tendencias del mercado laboral, los gobiernos pueden diseñar políticas de empleo y capacitación más acertadas.2 Además, el análisis de datos en tiempo real sobre crisis sanitarias –como la pandemia por COVID-19– permite a las autoridades sanitarias tomar decisiones basadas en datos actualizados y precisos para enfrentar mejor la situación.3 El acceso a información de calidad y en tiempo real también contribuye a la transparencia gubernamental y a la participación ciudadana. Al poner a disposición del público información relevante y actualizada, los ciudadanos pueden evaluar el desempeño gubernamental y participar de manera más activa en los procesos democráticos.4

2) El acceso a la información y la transparencia son pilares fundamentales de la democracia. La tecnología y el big data permiten la creación de plataformas y herramientas digitales que facilitan el acceso a la información y la rendición de cuentas de los gobiernos. Esto promueve la participación ciudadana y fortalece la confianza de la sociedad en las instituciones democráticas.

El uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el big data en la administración pública permite a los gobiernos compartir información relevante de manera más rápida y eficiente con los ciudadanos. Esto incluye datos sobre presupuestos, políticas públicas, resultados de programas gubernamentales y otros aspectos clave de la gestión pública.5

Las plataformas y herramientas digitales basadas en big data también pueden mejorar la rendición de cuentas gubernamental al facilitar la detección y el seguimiento de irregularidades, como la corrupción y el mal uso de fondos públicos. Estos sistemas permiten a los ciudadanos y a los organismos de control monitorear y evaluar el desempeño gubernamental de manera más efectiva.6

La promoción de la participación ciudadana es otro beneficio clave del uso de la tecnología y el big data en la democracia. Al proporcionar a los ciudadanos información relevante y actualizada, se fomenta el compromiso y la participación en los procesos democráticos. Esto, a su vez, fortalece la confianza de la sociedad en las instituciones democráticas y promueve la estabilidad política.7

3) El uso adecuado de la tecnología y el big data puede ser fundamental para combatir la corrupción en la gestión pública. La implementación de sistemas de gestión de datos y la digitalización de procesos administrativos pueden mejorar la eficiencia, reducir los costos y minimizar los riesgos de corrupción en la gestión de los recursos públicos.8

La digitalización de procesos administrativos permite la automatización de tareas y la reducción de la intervención humana en la toma de decisiones, lo que disminuye las oportunidades para la corrupción.9 Por ejemplo, la implementación de sistemas electrónicos de licitación y contratación pública puede mejorar la transparencia y la competencia, reduciendo las posibilidades de colusión y sobornos.10Además, la tecnología y el big data permiten un mejor monitoreo y análisis de las actividades gubernamentales, facilitando la identificación y prevención de irregularidades. Herramientas como el análisis de redes sociales y el aprendizaje automático pueden detectar patrones de comportamiento sospechoso en la gestión pública.11

El uso de estas tecnologías y el análisis de big data también pueden mejorar la transparencia y la participación ciudadana, al permitir a los ciudadanos acceder a información relevante y monitorear el desempeño gubernamental.12 Esto contribuye a aumentar la confianza de la población en las instituciones y a mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto.

En la Argentina se han aplicado, a lo largo de las últimas cuatro décadas y en cada una de las presidencias que tuvimos, distintos programas e iniciativas basados en estos tres ejes que recorrimos y que buscaron optimizar el manejo de la data. Estos fueron los casos más destacados de cada uno de los gobiernos desde el regreso de la democracia hasta la actualidad:

  • 1989, Sistema Nacional de Información y Comunicación (SNIC): Implementado durante la presidencia de Raúl Alfonsín, este sistema buscó centralizar y mejorar el acceso a la información del gobierno y sus distintos organismos. El SNIC permitió una mejor comunicación entre las instituciones y la optimización en la toma de decisiones basadas en datos.
  • 1993, Programa de Modernización del Estado (PROME): Iniciado durante el gobierno de Carlos Menem, este programa tenía como objetivo mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios públicos mediante la modernización de la administración pública. El PROME implementó sistemas de información y tecnologías de la información para mejorar la toma de decisiones y la ejecución de políticas públicas.
  • 2005, Sistema de Monitoreo de la Gestión Pública: Implementado durante la gestión de Néstor Kirchner, este sistema recopilaba datos sobre la ejecución presupuestaria y los indicadores de gestión de las diferentes áreas del gobierno. El monitoreo de la gestión pública permitió mejorar la eficiencia y la transparencia en la toma de decisiones basadas en datos.
  • 2013, Argentina Conectada: Este programa, implementado durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, buscó conectar a la población del país a través de una red de fibra óptica de alta velocidad. La conectividad permitió a los ciudadanos y al gobierno acceder y compartir información de manera más rápida y eficiente, lo que resultó en una toma de decisiones más informada.
  • 2016, Portal de Datos Abiertos de la Ciudad de Buenos Aires: Desarrollado durante el gobierno de Mauricio Macri, este portal de datos abiertos proporcionó a los ciudadanos y al gobierno acceso a información pública sobre temas clave, como transporte, salud, educación y medio ambiente. La plataforma permitió una toma de decisiones basada en evidencia y fomentó la participación ciudadana.
  • 2020, Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA): Implementado durante la pandemia por COVID-19 en la presidencia de Alberto Fernández, el SISA permitió el seguimiento epidemiológico y la toma de decisiones basadas en datos en tiempo real. La información recopilada y analizada por el sistema fue clave para tomar medidas sanitarias y enfrentar los desafíos de la pandemia.

En la Argentina existe una amplia comunidad de profesionales, en el ámbito público y en el privado, que colaboran en el uso de datos y tecnología para fortalecer la democracia. Estos expertos trabajan en diversas áreas, como análisis de datos, desarrollo de software y aplicaciones, y diseño de políticas públicas basadas en la evidencia. La colaboración entre los sectores permite aunar esfuerzos y compartir conocimientos, lo que conduce a soluciones más efectivas y eficientes.

El trabajo de estos profesionales tiene un impacto positivo en la consolidación de una democracia más sólida, estable, transparente, justa, universal e inclusiva en la Argentina. Al aplicar tecnología y big data en distintos proyectos se mejora la participación ciudadana, se incrementa la transparencia gubernamental y se promueve la equidad y la inclusión social en todo el país.

En conclusión, el uso de la inteligencia artificial (IA) y la gestión del big data serán elementos determinantes para el futuro de la democracia en la Argentina. La IA, junto con el análisis de grandes volúmenes de datos, permitirá a los gobiernos tomar decisiones más precisas y basadas en evidencia, abordando de manera efectiva los desafíos políticos, sociales y económicos del país. Además, la transparencia y el acceso a la información se verán fortalecidos a través de plataformas y herramientas digitales, fomentando la participación ciudadana y la confianza en las instituciones democráticas.

La implementación adecuada de tecnologías emergentes, como la IA, contribuirá a la reducción de la corrupción en la gestión pública y mejorará la eficiencia en la administración de recursos. Asimismo, la colaboración entre profesionales de distintos sectores en el uso de datos y tecnología será esencial para consolidar una democracia más sólida, estable, transparente, justa, universal e inclusiva en la Argentina.

En definitiva, la inteligencia artificial y el big data representan oportunidades significativas para impulsar el progreso democrático en la Argentina, siempre y cuando se empleen de manera responsable y se asegure el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

1. OECD (2021). Enhancing Public Sector Intelligence: The Role of Big Data Analytics. Disponible en https://www.oecd.org/gov/digital-government/enhancing-public-sector-intelligence.htm [última consulta: 28 de abril de 2023].

2. United Nations (2018). Big Data for the 2030 Agenda for Sustainable Development. Disponible en https://unstats.un.org/bigdata/ [última consulta: 28 de abril de 2023].

3. . World Health Organization (2020). COVID-19 Strategic Preparedness and Response Plan. Disponible en https://www.who.int/publications/i/item/strategic-preparedness-and-response-plan-for-the-new-coronavirus [última consulta: 28 de abril de 2023].

4. World Bank (2018). Open Data for Sustainable Development. Disponible en https://opendatastudy.org/ [última consulta: 28 de abril de 2023].

5. OECD (2019). Digital Government Review of Argentina: Accelerating the Digitalisation of the Public Sector. Disponible en https://www.oecd.org/gov/digital-government/digital-government-review-of-argentina-2019-276d79e8-en.htm [última consulta: 28 de abril de 2023].

6. Transparency International (2017). Technology against Corruption: The Potential of Online Tools. Disponible en https://knowledgehub.transparency.org/helpdesk/technology-against-corruption-the-potential-of-online-tools [última consulta: 28 de abril de 2023].

7. United Nations (2020): E-participation: a quick overview of recent qualitative trends. Disponible en https://www.un.org/esa/desa/papers/2020/wp163_2020.pdf [última consulta: 28 de abril de 2023].

8. Transparency International (2017). Technology against Corruption: The Potential of Online Tools. Disponible en https://knowledgehub.transparency.org/helpdesk/technology-against-corruption-the-potential-of-online-tools [última consulta: 28 de abril de 2023].

9. European Commission (2018). Study on eGovernment and the Reduction of Administrative Burden. Disponible en https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/news/study-egovernment-and-reduction-administrative-burden [última consulta: 28 de abril de 2023].

10. UNODC (2013). E-Government Procurement (e-GP) and the Fight against Corruption. Disponible en https://www.unodc.org/documents/corruption/Publications/2013/E-Government_Procurement_and_the_Fight_against_Corruption.pdf [última consulta: 28 de abril de 2023].

11. Janssen, M., van der Voort, H. y Wahyudi, A. (2019). Factors influencing big data decision-making quality. Journal of Business Research, 70, 338-345.

12. Bertot, J.C., Jaeger, P.T. y Grimes, J.M. (2010). Using ICTs to create a culture of transparency: E-government and social media as openness and anti-corruption tools for societies. Government Information Quarterly, 27(3), 264-271.

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